jueves, 22 de mayo de 2008

Historias de teléfonos móviles

Hemos escrito relatos en los que el teléfono móvil es el protagonista. A continuación mostramos unos breves extractos de estas historias.

" Un día estaba en el parque y de repente se oyó un sonido acompañado de un zumbido. Era un teléfono, pero no el mío...... Miré a mí alrededor más detenidamente y no vi nada, por lo que decidí seguir el sonido para llegar hasta donde estaba el móvil.

Le cogí y fui preguntando por el parque para comprobar si alguien lo había perdido. Era casi de noche y mi búsqueda no había obtenido resultado, por lo que me fui a casa.

(...)En la siguiente semana nadie llamó......y así fue como tuve un móvil nuevo por muy poco precio, solo tuve que pagar el intento de buscar su dueño".

".....mi primer móvil me lo regalaron mis padres por mis doce cumpleaños...todas mis amigas ya lo tenían...y el mío nunca llegaba. Cuando celebraba el cumpleaños con mis amigas me comenzaron a dar regalos...eran camisas, pendientes, ya sabéis, lo que siempre te regalan. Llegó el turno de mi madre; me dio una cajita cerrada con un papel rojo y un lacito. Yo estaba muy ilusionada, (...) ya me hacía a la idea de que era el móvil... pero no, no era el móvil, era una cajita de regalo con una pulsera y unos pendientes.

Me quedé un poco mal aunque eran unos regalos preciosos y no dudé en ponérmelos en cuanto los saqué de la caja.

(...) Llegué a casa y me encerré en mi cuarto, con la música, haciendo los deberes......Mi madre me llamó ...era la hora de cenar. Yo iba un poco enfadada la verdad, por lo del móvil, pero puse la mesa sin rechistar. (...) Fui a ponerme las zapatillas...cuando volví mis padres y mi hermana estaban sentados en la mesa y.. ¡mi comida no estaba!. Ella me dijo que estaba en el microondas. Me extrañó,...era mi cena preferida y encima ¡era mi cumple"....fui al microondas, lo abro y veo un paquetito azul.....¡¡¡sí, era el móvil!!!

Yo iba feliz con mi móvil a todas partes...tenía que presumir ¿no?. Hasta que llegó la factura...era mucho dinero, me había pasado... Mi madre me quitó el móvil. Yo no podía vivir sin él ahora que le tenía; ¡¡qué iba a hacer sin él!!

Me acabé acostumbrando y cuando mi madre me lo devolvió no sentí nada, era como si me dieran un cacho de chatarra, no significaba nada para mí.

Desde ese día me he dado cuenta que, por lo menos, yo puedo vivir sin móvil, aunque la gente piense que no. Puedo vivir sin mandar un mensaje o hacer una llamada, simplemente por aburrimiento. Tengo el móvil para una emergencia, pero cuando se acaba la batería o se me olvida en mi casa, NO LE ECHO DE MENOS!!!

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